Bueno, después de mucho tiempo ausente, vuelvo por estos fueros para poner algo nuevo. El 3 de julio acabe los examenes de la universidad, por fin, y a partir de ello, un fin de semana realmente estresante, lo mismo que divertido.
Sabado por la mañana: visita a los karts. Fuimos todo el equipo de fútbol sala al circuito de la Torre a echar una carrerita de Karts, a ver que tal se nos daba. Se empezó con una tanda de contacto, más tarde otra tanda de clasificación, y más tarde la ansiada carrera, 11 vueltas de tensión.
A los que le guste conducir, lo pasaran de miedo, y ya si te gusta la Formula 1, a lo más asequible que se puede llegar es a una carrera de karts, y, emoción y tensión hasta el final, esta garantizado.
La verdad que se pasa un rato agradable, con piques sanos entre compañeros y una experiencia única. Ya estoy deseando ir con mis amigos.
También he de decir que hay podio de ganadores y botellas de champán. Un aliciente más para acudir.
Y ya por la tarde, en el mismo circuito, organizamos una partidita de Paintball. Es como jugar a la guerra pero con pistolas que disparan bolas de pintura. Personalmente es una experiencia única, pero para mi no es de las que me gustaría repetir todos los días. Y menos en verano, ya que te colocan un mono hasta arriba, una protección en el pecho y en la espalda, y un casco para la cabeza. La verdad que es un poco incomodo. Pero eso sí, para liberar tensiones esta muy bien, aunque también debo de decir que gracias a vivir estos momentos, he decidido que jamás seré militar. Las guerras no son lo mío, jaja.
Y ya para acabar la jornada, una buena cena rodeado de amigos para culminar el sábado. Una buena manera de celebrar que hasta Septiembre no vuelven los examenes. Aunque queda un duro Agosto por venir. Eso si, que antes de la vuelto a los codos, tengo que pasar por Menorca con mi novia, y por Peñiscola con los amigos. Tendré que aprovechar esos días al máximo.
Sabado por la mañana: visita a los karts. Fuimos todo el equipo de fútbol sala al circuito de la Torre a echar una carrerita de Karts, a ver que tal se nos daba. Se empezó con una tanda de contacto, más tarde otra tanda de clasificación, y más tarde la ansiada carrera, 11 vueltas de tensión.
A los que le guste conducir, lo pasaran de miedo, y ya si te gusta la Formula 1, a lo más asequible que se puede llegar es a una carrera de karts, y, emoción y tensión hasta el final, esta garantizado.
La verdad que se pasa un rato agradable, con piques sanos entre compañeros y una experiencia única. Ya estoy deseando ir con mis amigos.
También he de decir que hay podio de ganadores y botellas de champán. Un aliciente más para acudir.
Y ya por la tarde, en el mismo circuito, organizamos una partidita de Paintball. Es como jugar a la guerra pero con pistolas que disparan bolas de pintura. Personalmente es una experiencia única, pero para mi no es de las que me gustaría repetir todos los días. Y menos en verano, ya que te colocan un mono hasta arriba, una protección en el pecho y en la espalda, y un casco para la cabeza. La verdad que es un poco incomodo. Pero eso sí, para liberar tensiones esta muy bien, aunque también debo de decir que gracias a vivir estos momentos, he decidido que jamás seré militar. Las guerras no son lo mío, jaja.
Y ya para acabar la jornada, una buena cena rodeado de amigos para culminar el sábado. Una buena manera de celebrar que hasta Septiembre no vuelven los examenes. Aunque queda un duro Agosto por venir. Eso si, que antes de la vuelto a los codos, tengo que pasar por Menorca con mi novia, y por Peñiscola con los amigos. Tendré que aprovechar esos días al máximo.
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