Tenía pensado hablaros hace tiempo de los que os voy a hablar hoy. Y hace tiempo acudí a unas charlas de astronomía que organizaron los chicos de FNAC en Zaragoza, con el objetivo de vender telescopios.
Yo acudí con la familia con la esperanza de que contaran algo interesante y que no me vendieran ninguna moto. Por suerte, así fue.
La charla fue realizada por el astrofotógrafo Jose Luis González. Un tío muy majo y muy cercano, que nos explicó con claridad la historia de lo que sabemos de nuestro Sistema Solar. Aquí os dejo su página web, por si os pica la curiosidad de la astrofotografía: Brillo Estelar.
Yo creía que ya sabía mucho de nuestro sistema de planetas, pero me di cuenta de que todavía hay muchas cosas que se me escapan.
No os voy a contar todo lo que nos explicó Jose Luis en la charla, pero si algo que me llamo mucho la atención.
En los años setenta, y tras los éxito obtenidos en las misiones de alunizaje (Apolo's) la Nasa envió dos sondas con la función de explorar Jupiter, Saturno y los límites de nuestro Sistema Solar, en principio, y para contactar con otros mundos, como segundo objetivo. En 1977, fueron lanzadas las sondas Voyager2, y 16 días después, la Voyager1.
Actualmente, la sonda Voyager1, todavía operativo a pesar de llevar 30 años en el espacio profundo, es el objeto más rápido conocido por el hombre gracias a la propulsión que aprovechó de las órbitas de los planetas Júpiter y Saturno, y se encuentra viajando ya a 17 km/s o más claro, 61200 km/h. Es el primer objeto fabricado por el hombre en abandonar el Sistema Solar. A pesar de la increíble velocidad que lleva, tardaría 76000 años, casi nada, en llegar a la estrella Proxima Centauri, la más cercana al Sol, situada a 4 años luz. Así que parece que por el momento, las misiones interestelares habrá que dejarlas un poco apartadas.
Ahora bien, de lo que os quería hablar. Estas dos sondas fueron enviadas con un objeto muy peculiar en un interior con el fin de que, cuando termine su vida operativa, no sean en vano. Y es que si alguna forma de vida es capaz de encontrar estas sondas, al estilo de mensaje en una botella, se encontraran con que estas sondas albergan un disco de oro con información acerca de nuestro planeta, civilización, Sistema Solar, etc.
Por mencionar algunos de los mensajes que alberga este disco de oro, os comentaré que en el disco se pueden escuchar saludos en 55 idiomas de nuestro planeta, además de sonidos de nuestro planeta y varios temas musicales.
También mandaron el disco de oro imágenes como por ejemplo: pasos a seguir para leer el disco y ver el contenido (muy importante), nuestra situación del Sistema Solar respecto a otras estrellas, nuestro ADN, anatomía humana, y diversas fotografías de nuestra actividad en el planeta.
Si queréis ver éste contenido, cosa que recomiendo, podéis verlo en Disco de Oro.
Y por último deciros que la misión de elaborar el mensaje de la humanidad que contiene el disco, fue realizado por una comisión de la NASA comandada por Carl Sagan, famoso astrónomo.
Esperemos que los que encuentren este mensaje, no sean muy mala gente. Por cierto, el gusanillo por los telescopios me lo metieron en el cuerpo, pero habrá que esperar a tener un dinero ahorrado para conseguir uno.
Yo acudí con la familia con la esperanza de que contaran algo interesante y que no me vendieran ninguna moto. Por suerte, así fue.
La charla fue realizada por el astrofotógrafo Jose Luis González. Un tío muy majo y muy cercano, que nos explicó con claridad la historia de lo que sabemos de nuestro Sistema Solar. Aquí os dejo su página web, por si os pica la curiosidad de la astrofotografía: Brillo Estelar.
Yo creía que ya sabía mucho de nuestro sistema de planetas, pero me di cuenta de que todavía hay muchas cosas que se me escapan.
No os voy a contar todo lo que nos explicó Jose Luis en la charla, pero si algo que me llamo mucho la atención.
En los años setenta, y tras los éxito obtenidos en las misiones de alunizaje (Apolo's) la Nasa envió dos sondas con la función de explorar Jupiter, Saturno y los límites de nuestro Sistema Solar, en principio, y para contactar con otros mundos, como segundo objetivo. En 1977, fueron lanzadas las sondas Voyager2, y 16 días después, la Voyager1.
Actualmente, la sonda Voyager1, todavía operativo a pesar de llevar 30 años en el espacio profundo, es el objeto más rápido conocido por el hombre gracias a la propulsión que aprovechó de las órbitas de los planetas Júpiter y Saturno, y se encuentra viajando ya a 17 km/s o más claro, 61200 km/h. Es el primer objeto fabricado por el hombre en abandonar el Sistema Solar. A pesar de la increíble velocidad que lleva, tardaría 76000 años, casi nada, en llegar a la estrella Proxima Centauri, la más cercana al Sol, situada a 4 años luz. Así que parece que por el momento, las misiones interestelares habrá que dejarlas un poco apartadas.
Ahora bien, de lo que os quería hablar. Estas dos sondas fueron enviadas con un objeto muy peculiar en un interior con el fin de que, cuando termine su vida operativa, no sean en vano. Y es que si alguna forma de vida es capaz de encontrar estas sondas, al estilo de mensaje en una botella, se encontraran con que estas sondas albergan un disco de oro con información acerca de nuestro planeta, civilización, Sistema Solar, etc.
Por mencionar algunos de los mensajes que alberga este disco de oro, os comentaré que en el disco se pueden escuchar saludos en 55 idiomas de nuestro planeta, además de sonidos de nuestro planeta y varios temas musicales.
También mandaron el disco de oro imágenes como por ejemplo: pasos a seguir para leer el disco y ver el contenido (muy importante), nuestra situación del Sistema Solar respecto a otras estrellas, nuestro ADN, anatomía humana, y diversas fotografías de nuestra actividad en el planeta.
Si queréis ver éste contenido, cosa que recomiendo, podéis verlo en Disco de Oro.
Y por último deciros que la misión de elaborar el mensaje de la humanidad que contiene el disco, fue realizado por una comisión de la NASA comandada por Carl Sagan, famoso astrónomo.
Esperemos que los que encuentren este mensaje, no sean muy mala gente. Por cierto, el gusanillo por los telescopios me lo metieron en el cuerpo, pero habrá que esperar a tener un dinero ahorrado para conseguir uno.
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